En la manada, todas las elefantas son de color rosa, menos Margarita. Y pronto descubrirá que las de su sexo tienen prohibido hacer cosas reservadas a los machos. Al no aceptar esa tradición mostrará a sus compañeras que la igualdad no es una utopía.
En los años 70, Adela Turin comenzó a publicar en Italia la colección «Dalla parte delle bambine», que poco después editó Esther Tusquets en España con el título «A favor de las niñas». Traducida a varios idiomas, se convirtió en un referente para la coeducación y la igualdad. «Rosa caramelo» es una de las obras más emblemáticas de esta serie tan vigente y necesaria. Margarita y otras pequeñas elefantas viven aisladas en un jardín de anémonas y peonías; su alimento para conseguir un aspecto físico caracterizado por el color rosa caramelo de su piel, que refuerzan luciendo zapatos, lazos y cuellos del mismo tono. Todas cumplen las expectativas de sus madres y padres menos ella, que sufre los reproches de sus progenitores hasta que estos desisten de que sea como las demás. Bajo esta historia fabulada subyacen cuestiones como un superficial culto a la imagen, o la crítica a una sociedad que predestina el futuro de sus individuos y los clasifica en función de su género. Pero sobre todo, es un canto a la libertad y la igualdad, aderezado con las ilustraciones de Nella Bosnia, que potencian el mensaje del texto a base de figuras realistas y vivos colores.
Un relato para poner en valor el rol femenino, erradicar los estereotipos sexistas y la discriminación, para cambiar mentalidades y construir un mundo mejor.